“El Fujimorismo nunca ha tenido modales democráticos” manifestó El Primer Ministro Pedro Cateriano, no sin sorna, al referirse sobre la ausencia del saludo protocolar de Keiko Fujimori al candidato triunfante. En efecto, tiene razón el vitriólico Cateriano. Los modales en el amplio sentido de la palabra “son como las leyes que codifican o establecen una norma para la conducta humana, pero se diferencian de las leyes en que no existe un sistema formal para sancionar transgresiones, que no sea la desaprobación social.(*)”
Y es eso, desaprobación social, lo que ha generado la actitud del Fujimorismo al no reconocer, o hacerlo tardíamente, al ganador de las elecciones. Más aún, no se ha producido el abrazo personal de felicitación, y el usual compromiso de apoyar al gobierno por el bien de todos. Todo lo contrario, se ha hecho hincapié, innecesariamente en este momento, en los roles de fiscalización que Fuerza Popular ejercerá con su amplia mayoría.
Los modales en la democracia son los que están faltando. Eso inquieta al ciudadano quien siente que su clase política no está sintonizada en los Grandes Objetivos Nacionales; siente que hay piconería, bronca, amenaza, una herida que no cierra. En la democracia, no hay momento más emblemático y festivo que el inicio de un nuevo gobierno electo por el pueblo. Pero en este caso, en vez de sentirse un espíritu festivo de unidad, hay incertidumbre.
Antes de emitirse el voto, siempre hay división, producto de las preferencias electorales de cada uno, lo que luego se convierte en unidad en torno al resultado electoral; el ganador festeja y declara que servirá a todos; el perdedor felicita e hidalgamente ofrece colaborar con el gobierno por el bien común. El Fujimorismo no ha cumplido con los códigos de los modales democráticos que le tocaban, y ha causado que la división no desaparezca; hoy seguimos teniendo un país dividido en dos.
El tibio Twitt emitido por Keiko felicitando al ganador no es una golondrina que hace verano, pues simultáneamente voceros de Fuerza Popular declaran que Peruanos por el Cambio no estarán en la Mesa Directiva del Congreso. Si bien tienen el derecho de excluir al partido de gobierno de la mesa directiva, eso va contra el sano consenso de Mesa Directiva Multipartidaria planteado por Carlos Ferrero cuando fue presidente del Congreso, y que ha sido respetado por todos, hasta ahora. Se respira por la herida, y se sigue priorizando rencillas electorales sobre los preceptos de unidad en lo esencial, de cara a los intereses de la nación.
Ganará algo el Fujimorismo con esta actitud? Probablemente no, pues su peso como mayoría en el Congreso está reconocido sin necesitad de exhibirla a modo de arma letal contra el Ejecutivo. Porque lo hacen? Difícil que no sea más que la manifestación de la incapacidad de digerir la derrota. Gana el país? Ciertamente no, más bien perdimos la oportunidad de festejar, como nación unitaria, un momento en donde la Democracia se exhibe en su máximo esplendor. Nos han aguado la fiesta de la democracia.
(*) Manuel Zapatero, EL UNIVERSAL http://www.eluniversal.com/opinion/120902/buenos-modales