La denuncia que ha hecho el Ministerio de Defensa a Roxana Cueva y un equipo de Panorama (Panamericana TV) por Traición a la Patria al revelar documentos considerados secretos de estado, trae a colación un caso similar, guardando distancias. Ocurrió en Washington en el año 196x, cuando el gobierno de los estados Unidos, por primera vez en la historia, litigó contra el New York Times y el Washington Post por la revelación de documentación considerados Secreto de Estado. El caso se conoció como Los Papeles del Pentágono (The Pentagon Papers)
En su autobiografía que mereció un premio Pulitzer, la otrora directora del Washington Post Katherine Graham relato el acontecimiento. Se trataba de un informe super secreto que fue preparado en el año 1967 por iniciativa del Secretario de Defensa, Robert Macnamara, que contenía la historia del proceso de toma de decisiones en el asunto de la guerra de Vietnam.
El informe de mas de tres mil folios y cuatro mil hojas de anexos, fue preparado, según Macnamara, “para darle a los estudiosos materia prima para estudiar el tema Vietnam desde una perspectiva histórica.”
Kay Graham relata algo digno de destacar. La divulgación del contenido del informe se inició en el New York Times, lo que desató iras santas de la administración Nixon contra ese diario. El Washington Post buscó una fuente que les revelase el mismo informe. La encontraron, y comenzaron a publicar extractos y análisis del contenido, sabiendo que se enfrentaban a una administración hostil a la prensa, que se escudaba en la Seguridad Nacional para impedir la divulgación.
Ambos medios recibieron recomendaciones de “amigos” de dejar el tema, así como amenazas de funcionarios de la administración gubernamental. En el fuero judicial hubieron medidas cautelares, sentencias judiciales, tanto en primera instancia como en la Corte de Apelaciones. El caso terminó en la Corte Suprema, quien por una mayoría de seis de nueve votos sentenció a favor de los medios, indicando que la publicación procedía por no haber establecido el gobierno el pretendido agravio a la Seguridad Nacional.
Pero aquí viene lo interesante: El gobierno alegó que se había puesto en peligro la vida y salud de informantes, y que se revelaban estrategias secretas que dañarían la acción del gobierno sobre la materia. Nada de eso se pudo probar ni remotamente en los procesos judiciales. Aún más: luego se supo que quien reveló el informe a la prensa se cuidó de extraer del mismo toda información que podría ser sensible antes de entregarlo. El mismo Robert Macnamara, responsable de la creación del informe, se manifestó a favor de las revelaciones en aras del interés público de cara al muy relevante tema de la Guerra de Vietnam.
Y nosotros, que haremos con los Papeles del Pentagonito? El tema es una noticia en desarrollo….